“Los intelectuales resuelven problemas, los genios los evitan” Albert Einstein.
Desde que tengo memoria siempre me ha ido mal en matemáticas. No importaba si estaba en primaria, secundaria o incluso en la misma prepa. No importaba el grado, ni el tema que se veía, siempre, al final de cada periodo no pasaba de 8 (en raras ocasiones alcancé tanto como un 8).
Pero el punto es que desde pequeño, mis padres y otros familiares siempre me repetían que las matemáticas eran obligación de memorizarlas, pues estas me ayudarían a la vida diaria en el futuro. Aunque siempre tuve eso presente, nunca me iba bien; pero algo de lo que me di cuenta es que no solo me pasaba a mí. De todas las personas que conozco –incluyendo familiares-, son contadas con los dedos de una mano –y todavía me sobran- a los que les gustan las matemáticas. Pareciera que para la mayoría de las personas, las matemáticas resultaban ser tediosas al igual que para mi.
Cuando era pequeño pensaba que a las personas no les gustaban tampoco por la misma razón que hacía que no me gustaran: son aburridas.
Pero conforme me interesé por la ciencia, me daba cuenta que sin importar que me gustaran o no, las matemáticas no solo eran indispensables –por lo menos las matemáticas básicas- para la vida, sino que también, tenían cierta elegancia artística, que, al ver lo que éstas creaban, era en verdad bello. Y lo que crean las matemáticas es una interpretación de la naturaleza, una abstracción de fenómenos naturales que podemos medir, describir y predecir.
Es posible que hayan escuchado alguna vez a su maestro de ciencias decir: “la física, es la base de toda la ciencia”. Pero ¿cómo pasamos de las matemáticas a la física? La razón es simple: física, proviene de un vocablo griego que significa naturaleza, y es esta la ciencia que se encarga de comprender los fenómenos de la naturaleza, ¿y eso que tiene que ver con matemáticas?
Si la física es la base para todas las ciencias (desde biología, medicina, química, astronomía, astrofísica...) las matemáticas, son una base fundamental de la física, pues como ya dije, todo en la naturaleza lo podemos ver como un montón de ecuaciones complejas transformadas en materia. Desde la uña del pie, el ojo, hasta una cucaracha, un televisor, o el monitor de la computadora en la que están; hasta el planeta Tierra, nuestro Sol, el sistema solar, las galaxias y el universo mismo, pueden ser entendidos de forma clara gracias a un gran montón de ecuaciones.